Respondiendo a los requerimientos de generar un edificio con fuerte imagen contemporánea y de modernidad conceptual, El Complejo Educacional Puerto Madero, imprime un fuerte carácter institucional en el entorno urbanístico que le ha sido dado. Un edificio que comparte bajo un mismo techo dos espacios desvinculados e independientes entre sí, pero conservando un criterio de unidad en la diversidad en un marco educativo institucional.
Sobrios y puros recursos expresivos y constructivos, concretan una imagen desprovista de modismos de diseño. Ennobleciendo el entorno, irradiando la calidad urbanística necesaria para la futura consolidación de un área cuya impronta ha identificado el nacimiento de un nuevo barrio porteño, el Barrio Puerto Madero.
El edificio se posiciona exento y cercano a la esquina norte del terreno. Alejado de los ruidos y abriéndose hacia el espacio verde de orientación norte, generando un amplio espacio exterior de acceso, rememorando la antigua “piazza” veneciana, vinculándose estrechamente con el gran espacio central interior del edificio. Esta relación de espacios interior y exterior constituye la “Puerta Norte” del acceso, un atrio luminoso y pleno, donde la espiritualidad expuesta a la comunidad educacional es la protagonista.